lunes, 11 de agosto de 2008

Hoy es tu cumpleaños...

El día amaneció acorde con el ánimo. Tenemos flores para tí, es tu cumpleaños. Los de allá arriba ganaron...














sábado, 2 de agosto de 2008

Maldita la "VIDA"...


Papá...

Hoy desperté, hace algo así como tres años que regresé nuevamente a casa, recordé la trayectoria....las ganas de vivir, VIVIR, era mi mayor anhelo. Rompí con aquella relación destructiva, incurrí en la infidelidad, por mi parte y por la de aquel amante. Viajé, reí...SONRÍE, me repitió una y otra vez mi gran amigo y cómo lo hice...los amigos de antes y aquellos nuevos amigos, una vida fácil, rápida, un contínuo "no pensar" y dejarme llevar por la inercia. Por fin todo lo deseado y vosotros, me mirábais admirados, sorprendidos, incrédulos...de que aquella niña, la que nunca rompió las reglas, se caía de vuestras faldas. Si pudiera volver a aquello...Conocí la felicidad que empalaga, encontré un amor perfecto, lo saboreé, lo bebí y un buen día, dejé de VIVIR. El amor dejó de serlo, los amigos desaparecieron, tú enfermaste...Desperté y miré atrás, "maldita estúpida". El dolor más horroroso invadió nuestras vidas, "¿qué narices había hecho?", la VIDA la tenía rozándome a cada instante, mi vida érais vosotros. Demasiado tarde para darse cuenta de ello...

Papá...

Marchaste la noche que nace el niño Jesús, o al menos en la que tú creías y nos enseñaste cuando éramos niñas, AÚN NO PUEDO CREERLO. Hoy pasamos cerca de tí, demasiado dolor.

Papá...

Sueño a menudo contigo, que aún estás, que me sonríes, que crees en mí, que a tu lado nada malo pasará. Sueño que puedes ver el día a día...enjugo las lágrimas en cada uno de los pacientes que me dicen que te conocen, que te echan de menos, que nos parecemos...¡Maldito el destino y maldita la VIDA injusta que te impedirá envejecer con tu familia!. Maldita aquella vida papá...

Papá...

Pronto será tu cumpleaños y yo sólo puedo pensar en que te quedaste en aquel frío invierno, en aquel horrible invierno, de fulminante enfermedad y de dolor. Que no conociste nunca más el verano, ni el sol al que hoy desafiamos porque ya no puede calentarte.

Papá...

Infinitamente me faltas, infinitamente te echo de menos. Mamá soñó que marchabas...que llevabas una mochila a tu espalda y que mirabas atrás...