Gracias...

Hace algo más de un año, comencé este blog de "a pedacitos", de restos de pensamientos pasados, en plena época de duelo, su mano, la del hombre que más me ha querido en esta vida, aún amarrando la mía con su calor de padre... En el otro extremo, totalmente enamorada...durante todos estos meses, puedo decir que he vivido en una lucha contínua, luchando por no ver a quién verdaderamente tenía delante, o quería creerlo...Así me fue, así me ha ido. Recuerdo el sentimiento del "te eché de menos, estaba muy enamorado de tí", aquello me sonó a cuento chino y desaparecí de allí con unas ganas locas. Lamentablemente aparecí de nuevo y me quedé durante un año. Un año en el que he nadado a contracorriente, aquellos que me habéis leído, habéis visto la triste evolución desde el duelo por mi padre al duelo por mí misma, por las dudas, por la contínua desconfianza. Pues bien, en estos días he tocado fondo...pero nuevamente la misma vocecita que me avisaba hace un año, resurgió de nuevo y me hizo darme más cuenta que nunca de quién soy y de que ya mi amor por él no es suficiente para soportar la indiferencia, que no es suficiente para no poder ver el engaño. Ya me dan igual las palabras, las explicaciones, los " a ver, es que no me estás escuchando", ahora ya sólo quedan los hechos. A partir de ahora y, tras dos años de triste dependencia, me libero. Este blog va a cambiar, habrá menos alusiones hacia quién no mereció la pena. Yo voy a cambiar, después de mucho tiempo, "vuelvo a importarme yo", mi familia, mis amigos, mi trabajo, mis aspiraciones, mis ilusiones, la fotografía, el baile, mis libros, mi música, los viajes...Gracias a todos los que habéis estado ahí, prometo volver a vuestros maravillosos lugares a poquito a poco, ahora necesito tiempo para mí. Os quedo las estrellitas que se me fueron quedando pegadas al alma en cada una de las noches soñando con papá, supongo que vinieron de algo que llaman "Amor", de algo que él conocía bien. Un abrazo para todos, Ariadna.